Te
me vas después de una idea inacabada, la postergación de un pensamiento inabarcable
por el momento…
Tu
uso desmesurado me demuestra que no hay absolutos, ni puntos finales. Una
continuación perpetua; incluso la muerte es un suspenso, algo inacabado…
Puede
regresarse sobre los pasos andados, sobre las vivencias significativas, en un círculo
interminable que se recorre infinitamente para postergar el punto decisivo, el
punto final…
Las
reglas gramaticales no recomiendan tu uso continuo, pero cómo no usarte si me
representas, inacabado, incesante, incompleto (y todos los prefijos in-) e inútil…
No
hay por qué completarnos, somos inconclusos; tratando de definirnos absolutamente
en todo momento, sobre toda situación…
¿La
indefinición se impondrá cómo definición?
Patrañas,
siempre las mismas patrañas; mejor posterguemos la reflexión un momento más…
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